Brecha digital
Brecha digital hace referencia a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a
Internet y aquellas que no, aunque tales desigualdades también se pueden referir a todas las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como el
computador personal, la
telefonía móvil, la
banda ancha y otros dispositivos. Como tal, la brecha digital se basa en diferencias previas al acceso a las tecnologías.
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Este término también hace referencia a las diferencias que hay entre
grupos según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz, debido a
los distintos niveles de alfabetización, carencias, y problemas de
accesibilidad
a la tecnología. También se utiliza en ocasiones para señalar las
diferencias entre aquellos grupos que tienen acceso a contenidos
digitales de calidad y aquellos que no. El término opuesto que se emplea
con más frecuencia es el de inclusión digital y el de inclusión digital
genuina (Maggio, 2007)
2 . De aquí se extrae también el concepto de "infoexclusión" para desginar los efectos discriminatorios de la brecha digital.
El concepto de brecha digital encuentra su antecesor en el llamado
informe “El eslabón perdido”, que se publicó en 1982 por la comisión
Maitland. Este puso de manifiesto las conclusiones sobre la carencia de
infraestructuras de telecomunicaciones en los países en vías de
desarrollo, poniendo como ejemplo el teléfono. El término procede del
inglés
digital divide, utilizado durante la
Administración Clinton, aunque su autoría no puede ubicarse con toda precisión. Mientras que en algunas referencias, se cita a
Simon Moores como acuñador del término, Hoffman, Novak y Schlosser
3 se refieren a
Lloyd Morrisett como el primero que lo empleó para hacer referencia a la fractura que podía producirse en los
Estados Unidos
entre "conectados" y "no conectados", si no se superaban las serias
diferencias entre territorios, razas y etnias, clases y géneros,
mediante inversiones públicas en infraestructuras y ayudas a la
educación. En todo caso, durante esta administración se dio lugar a una
serie de reportes publicados bajo el título
Falling through the Net,
en el que se dejaba evidencia del estado que este fenómeno guardaba en
la sociedad estadounidense a finales de la década de 1990. A partir de
este origen, algunos autores prefieren en español, el término
fractura digital4 o
estratificación digital,
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por ser mucho más expresivos sobre lo que realmente significa. La
traducción a otras lenguas latinas, como el francés, también ha optado
por el término de
fractura. No obstante, la mayoría de los autores hispanos se decanta por el de
brecha, más suave y políticamente correcto. Algunas otras expresiones que han sido usadas para referirse a la Brecha Digital son
divisoria digital,
6 brecha inforcomunicacional7 y
abismo digital.
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Otros autores extienden el alcance de la Brecha Digital para explicarla también en función de lo que se ha denominado
analfabetismo digital,
que consistente en la escasa habilidad o competencia de un gran sector
de la población, especialmente entre aquellos nacidos antes de la década
de 1960, para manejar las herramientas tecnológicas de computación y
cuyo acceso a los servicios de
Internet es por ende muy extenso.